Los terribles dos

Todos hemos escuchado que cuando los niños cumplen dos años los padres debemos estar prevenidos. Que los bebés dulces y dóciles que teníamos se vuelven caprichosos y se suceden los enfados. 
Vamos a arrojar un poco de luz y a daros algunas ideas para que aquello que nos pintan como horrible, no nos suponga una cuesta muy empinada.


Alrededor de los 18 meses los niños han adquirido una autonomía necesaria y un vocabulario suficiente para hacer valer sus intereses. Nos van mostrando su carácter, su esencia y su personalidad. Es importante que lo hagan, deben luchar por formar su personalidad.

"A los dos años, comienza la etapa pre-operacional, esto significa que aprenden a interactuar con el ambiente de una forma más compleja, a través de imágenes mentales y del uso de la palabra" Piaget. 


El no, se apodera de ellos y es la palabra que más escucharéis en casa. Los llantos, las rabietas, las pataletas y los gritos son normales, no desesperéis. Es una fase por la que hay que pasar para formar nuestra personalidad y crecer. Es la manera de buscar el límite, saber hasta donde pueden llegar y aprender.
Nosotros, como padres debemos saber fijar esos límites y entender que no es algo que hagan deliberadamente, necesitan pasar por esta fase para crecer. Es muy importante mostrarnos firmes a la vez que cariñosos y empáticos. Os dejamos un enlace al blog de Lucía Galán, pediatra, que trata en sus libros todas las etapas de la infancia.

Lo mejor para esta etapa es establecer rutinas que les hagan sentirse seguros, les creamos con esto unas normas que ya marcan unos límites, serán pocos pero adaptados a su edad, podrán desafiarlos sabiendo que estaremos detrás para reforzarlos.

¿Alguna vez os han dicho los abuelos o alguien que lo haya cuidado que el niño se porta estupendamente y no ha tenido ninguna rabieta en toda la tarde? Pues no os están mintiendo, los niños suelen portarse muy bien y al llegar los padres comienzan a querer traspasar los límites. ¿Por qué pasa esto? Pues porque saben que sus padres siempre lo rescatará si algo no sale como debe ser.

¿Cómo debemos actúar cuando tienen rabietas? En mitad de una rabieta, un niño no atiende a razones, entra en un bucle de llantos y gritos que le impiden razonar. Vuestra voz pausada y vuestra actitud os pueden ayudar a hacerle salir. Es importante hacerle entender que papá y mamá les escucharán cuando se calme. Una vez calmado, premiadle por saber hacerlo, ofrecedle un abrazo y un beso, de esta manera entenderá que sus padres están contentos y que es la mejor actitud para enfrentar la vida.

A la vez que se hacen mayores, debemos otorgarle el poder de decidir. Es una manera de anticiparnos a los enfados. Ellos también saben que se están haciendo grandes y que ya pueden tomar decisiones. ¿Te animas? 

Si vais a hacer la compra y sabes que al ponerle ensalada de acompañamiento va a ser una pelea, ¿Por qué no dejarle elegir el acompañamiento entre 3 verduras que hayamos preseleccionado nosotros? 
Si de lunes a viernes tiene que ir de uniforme al cole, ¿Por qué no le dejamos que elija el abrigo o el gorro que quiere ponerse? Son cosas pequeñas que a ellos les ayudará a sentirse mayores y harán que los terribles dos pasen más liviano.


Como siempre, os dejamos una selección de cuentos que os pueden servir en esta época. Pinchando sobre cada uno, os lleva a amazon para poder comprarlos.









De todas formas, lo más importante en esta etapa como en cualquier otra etapa de nuestra vida es acompañar, pasar tiempo con vuestro hijo, disfrutar de las risas, de los abrazos y crear recuerdos. Las rabietas pasarán tarde o temprano y cuando sean grandes echaremos de menos su niñez. Pasar tiempo con los niños, que ellos disfruten de nosotros, que no vean que sólo somos personas estresadas que convivimos con ellos. Esta es la mejor solución para disfrutar de "los terribles dos".

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